Es algo tradicional que se hace en casi todas las ciudades de España y en muchos pueblos.
Yo creo que es un momento fabuloso para vivir con los niños, y sí ya sé que en algunas ciudades lo de coger sitio es un engorro y la espera se hace larga con los niños, pero creo que verles la ilusión en esas caritas tiene un precio incalculable.
Es verdad que los niños tienen esa ilusión apabullante y tremendamente hermosa, pero nosotros papás y mamás revivimos las nuestras, y nos suele llenar un poquito el corazón de aquella ilusión de nuestra infancia.
No a lo ismos, sí a lo humano
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En esto de la LIJ encontramos con frecuencia cierto compromiso social en el
que se abordan cuestiones complejas. La guerra, la inmigración, el racismo,
l...
Hace 7 horas
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